lunes, 22 de junio de 2009

A MIS AMIGOS... Y ENEMIGOS


No busco ser trascendental ni mucho menos, lo importante es que, este título nos motiva una reflexión y se presenta como una realidad innegable, y es el hecho que uno nunca va a agradar a todos, ¿verdad?, además, sería desagradable tener a todo el mundo sonriéndote, dándote muestras de afecto por donde vayas... sería detestable desde cualquier punto de vista... y es que en las contradicciones, en el intercambio de palabras, en las diferencias, encontramos la esencia del conocimiento, la paz que necesita nuestra sapiencia.

¡Vano! ¡Uno no puede ir por ahí buscando agradar a la gente!

Y es por eso que, consecuente con mis principios, lo que pretendo es INCOMODAR, decir mi verdad a bocajarro, disparar a quemarropa con mis banderas, aunque mi vida esté en juego. Ejemplo de ello es mi "acercamiento" con la autoridades, el gran "cariño" que muchos de ellos, en su momento, expresaron hacia mi persona:
"terrorista" "fumón" "vago" "incendiario"

¡Consecuente, testarudo...!

"Defender mi ideología, buena o mala pero mía, tan humana como la contradicción..." (Alejandro Lerner)

Y es la trova y su rebeldía la que me cobija en sus dulces y a veces bucólicos acordes, me da la fortaleza para decir lo que siento, sin descuidar, con ello: la estética, la forma... la melodía.

La intención es darle a las otras manifestaciones artísticas ese soporte... y... trabajo en ello.

A modo de anécdota:

Cuando me inicié en el canto, lo que buscaba, como lo hacen muchos, es lucir una voz trabajada, con buena resonancia, vocalización, soltura escénica...etc, etc...

Camilo Sesto, Nino Bravo, Los Ángeles Negros, eran mis mentores, mis modelos a seguir... y trabajé en función a ello.

La aprobación de mis amigos estaba asegurada... también la serenata a la tía, a la enamorada de mi amigo y para todo aquel que me quisiera en su rueda para entretenerlo.

Entretener... Distraer... Esa era la consigna.

El guitarrista a sueldo, el cantor del bulevar, el romántico, el más aplaudido, el que canta bonito...y...
no dice nada...

Es ahi que hago contacto con la trova, con un canto que no pretende mayor cosa que despertar conciencias, denunciar, hacer pensar... INCOMODAR en muchos casos...

Y me sentí mejor...

Me reivindiqué conmigo mismo y con mi época, con mis amigos y con mis enemigos, con mi pasado histórico y con mi futuro incierto...

"Cantor que canta bajito tiene miedo o poca voz, pero el que canta a los gritos tiene herido el corazón" (Horacio Huaraní)
Y aquí me tienen, como el profeta que proclama su verdad, solo en una plaza, ya no para cambiar a los demás, sino que los demás no lo cambien a él...

Así es amigos... este soy yo...